ARTE SACRO Y LEGADO HISTORICO
San Cristóbal de las Casas fue la capital de Chiapas hasta 1892 y todavía es considerado como la capital cultural del estado. La mejor forma de explorar el centro histórico es a pie, pues está trazado rectilíneamente con estrechas calles empedradas y edificios de estilo colonial construidos en concreto y piedra, con techos de teja roja de barro y balcones con barandales de hierro forjado. Aquí encontrarás muchas de las atracciones de Chiapas, incluyendo la Catedral de la ciudad y varias iglesias y edificios civiles de gran importancia arquitectónica.
La Catedral de San Cristóbal es el punto central de la ciudad. Fue construida durante los siglos XVI y XVII y restaurada en la década de 1920. La fachada, de color amarillo mostaza y blanco, mezcla influencias barrocas, moriscas e indígenas. Entra a la Catedral para encontrarte con los retablos dorados las pinturas de Miguel Cabrera, que datan del siglo XVIII.
El Templo del Carmen, con su sencilla fachada y su torre de arco estilo morisco del siglo XVIII, es todo lo que queda del antiguo convento de La Encarnación. La iglesia y el convento, construidos durante el siglo XVII, alguna vez hicieron las veces de puerta de entrada a la ciudad. Construido originalmente en el siglo XVIII, el Templo de la Merced fue restaurado mayormente durante el siglo XX. Las decoraciones de estuco en las columnas interiores son originales. El antiguo convento de la Merced alberga el museo del ámbar de la ciudad.
El Templo de San Nicolás, situado detrás de la Catedral y con vista hacia la plaza central, es la única iglesia en San Cristóbal que conserva su diseño simplista original. En el lado sur de la plaza central, La Casa de la Sirena, es uno de los edificios civiles más antiguos de San Cristóbal. Sus paredes y columnas están adornadas con figures de leones y caballitos de mar. Trata de encontrar a la sirena.
Exconvento de Santo Domingo Fue construido por los Frailes Dominicos a partir de 1546, la Iglesia y ex Convento de Santo Domingo es una de las obras barrocas más importantes de la región.
Su fachada, totalmente restaurada en el año 2006, es considerada como una de las más ricas ornamentaciones representativas del barroco colonial en Latinoamérica.
Su interior resguarda un llamativo púlpito tallado en madera dorada con un pedestal de una sola pieza así como una hermosa colección de ocho retablos barrocos de madera realizados entre los siglos XVI y XVIII, algunos adornados con lienzos muy bien conservados, y esculturas en madera estofada y policromada de la virgen del Rosario y la Santísima Trinidad.